Definitivamente los extremos son malos.
Cuando el jefe, es una persona que consigue por temor o miedo que el personal subalterno cumpla las ordenes dadas
al pie de la letra, puede tener su lado positivo, pero si pudiéramos poner en una balanza los resultados y logros no conseguidos
mayoritariamente nos daríamos con la sorpresa de que pesa más lo negativo que lo positivo.
Es muy común ver a este tipo de jefes ser alabados por su personal cuando se encuentran con él, pero la realidad normalmente
es otra cuando el personal por su lado hace los respectivos análisis, criticando todas las fallas presentadas y responsabilizando
directamente a la jefatura.
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